La coprofagia en el mundo animal es algo habitual y natural, puede ser algo sin importancia o ser síntoma de un problema de comportamiento, de salud o incluso provocarlo.
Las heces de animales vegetarianos son muy apetitosas, ya que la fibra fermentada que contienen es todavía nutritiva y tu perro puede olerlo, pero también ocurre con las de gato por su alto contenido proteínico. Las cacas humanas les encantan, pero ¡cuidado! Pueden contener tóxicos y sufrirá sus efectos.
El mayor inconveniente de su ingesta es que tu mascota contraiga enfermedades parasitarias, víricas, bacterianas e incluso hongos, así que siempre vigila su salud.
Comiendo sus propias deposiciones nos sugerirá que pasa hambre si su pienso no cubre todas sus necesidades por cantidad o calidad, o que tiene problemas de conducta por causas como evitación del castigo, falta de atención, aburrimiento, etc. Consúltalo con un etólogo, lo solucionareis positiva y rápidamente.
Se da también en caso de enfermedades como trastornos del metabolismo, problemas pancreáticos, diabetes, hipertiroidismo… Acompañado generalmente de adelgazamiento con apetito voraz, diarreas y otras irregularidades que debe valorar su veterinario. Se paliará con suplementos vitamínicos, medicación y/o cambios dietéticos con piensos especiales de alta calidad, hipoalergénico o de diferente origen proteínico según el caso.
Con la maternidad es normal que la madre ingiera las heces de sus bebes por higiene de su madriguera. Aún así, aliméntala con pienso de la gama starter, es la más completa y apetitosa para garantizar un buen embarazo, recuperación y lactancia.