La leche es un alimento al que desde décadas se le han atribuido propiedades nutricionales y también medicinales. Hoy en día han sido desestimadas ya que son simbólicas y más asociadas a una imagen materna que a resultados científicos contrastados, se han hecho muchas pruebas sobre ello pero ninguna ha dado un resultado positivo a estas versiones.
A pesar de las múltiples advertencias de los médicos, la leche todavía es un remedio casero en caso de ingestión de veneno por un niño en muchos hogares y se aplica de igual modo para los animales.
Debes saber que la leche y cualquier líquido graso como el aceite está totalmente prohibido ingerirlo después de la intoxicación ya que favorecen la solubilización y la absorción a nivel intestinal de sustancias tóxicas como pesticidas, molusquicidas (para las babosas, caracoles), antiparasitarios externos, herbicidas, fungicidas y algunos medicamentos.
En definitiva agravan los síntomas y aumentan su velocidad de aparición reduciendo las posibilidades de actuar a tiempo, todo lo contrario a lo que veníamos pensando hasta ahora.
Si tu gato ha ingerido un producto tóxico lo primero que debes hacer es alejarlo de él e intentar con tus dedos eliminar cualquier residuo tóxico de su boca, si ves que es difícil y no lo consigues prueba con un buen chorro de agua directo a su boca.
Ponte en contacto con tu veterinario y él te irá indicando que hacer en cada momento. Si el gato presenta signos que sugieren intoxicación como una salivación exagerada, náuseas, vómitos, abatimiento, convulsiones y trastornos nerviosos busca en primer lugar el origen de la intoxicación, un producto, una planta o lo que haya podido estar a su alcance y consúltalo con tu veterinario.
Si has localizado la causa de intoxicacion de tu gato llévala contigo al veterinario ya que le servirá de gran ayuda para administrarle el antídoto adecuado, un tratamiento específico y salvar al gato.
Cualquier dato que puedas facilitarle puede ser muy bueno para el veterinario como que producto es, si es veneno o algo tóxico, cuando lo ha tomado y como se ha comportado después de haberlo ingerido, cualquier detalle es bueno para poder orientar al veterinario y que dé con la solución correcta.