La fiebre es una reacción de defensa y es beneficiosa ante una infección, porque la temperatura elevada inhibe el crecimiento de determinados microorganismos como bacterias y mejora el funcionamiento del sistema inmune. Por ello hay que darle importancia.
Hay muchos métodos de observación, por cierto, no exactos y muchas veces no siempre relacionados como:
Cambios de comportamiento, están angustiados, inquietos, apáticos, (puede ser debido a la fiebre pero también a muchas otros motivos)
Respiración acelerada…
Mirar la nariz, si está caliente y seca está totalmente relacionado, pero sólo nos puede indicar que puede tener fiebre…
Por tanto la única forma fiable de saber si el gato tiene fiebre es midiéndole la temperatura. ¿Cómo? mediante la introducción de un termómetro por el recto. La temperatura normal en el caso de los gatos adultos es de 38,5º a 39,5º pero también puede haber variaciones dependiendo del gato, y de otros factores como si ha estado tumbado cerca de una estufa o al sol antes de tomar su temperatura.
Si el gato en condiciones normales tiene mas temperatura de estos 38.5-39.5 puede tener fiebre. Si queremos tomar la temperatura en casa es importante que consultemos con el veterinario que tipo de termómetro utilizar.