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2 comentarios

  1. Yo amo más a mis perros porque ninguna de mis parejas han demostrado con un solo gesto estar a su altura.

  2. Hola, me presento, soy Pablo y estoy de acuerdo con el artículo.

    Considero que nuestro cerebro por medio de segregaciones determina relaciones afectivas por igual con personas y animales.

    Amo a los perros, deberían ser considerados miembros en cada una de las familias en las que se hallan. El Departamento de Ciencia Animal y Biotecnología de la Universidad de Azabu en Japón, afirma que el cerebro no define el tipo de oxitocina (hormona del amor, la cual aparece cuando hay una relación social afectiva) liberada por cada quien, así que, al tener un perro el cerebro libera oxitocina de manera involuntaria. Según científicos japoneses, no hay diferencia entre la oxitocina liberada por los hijos que la que se libera por los sabuesos.

    Estoy encantado de participar en los comentarios. Un abrazo.
    Un amante de los perros.

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