Hacerle un masaje a nuestro perro es tanto beneficioso para él como para nosotros ya que durante ese momento compartimos mucho más que un masaje con él, un acercamiento físico y emocional. A través del masaje se crea un vínculo entre el perro y el dueño que perdurará en el tiempo. Los masajes están repletos de energía positiva y nos sentiremos mucho mejor nosotros y los haremos sentir muy bien a él. Con el tiempo nuestras mascotas se humanizan y muchas veces dejan de comportarse de manera natural y con estos masajes conseguiremos que vuelvan a ser ellos mismos.
Para realizar el masaje es importante ponernos a su altura, puedes poner una alfombra en el suelo y sentarte con él, normalmente siempre hacemos que sean ellos los que suban al sofá, o a una camilla para entrar en contacto con ellos pero si lo hacemos desde el suelo ellos estarán mucho más cómodos y relajados.
El lugar es muy importante ya que si lo hacemos en un lugar conocido para el perro y a la vez tranquilo será un éxito, en cambio si el sitio no es conocido por él y hay distracciones será mucho más complicado relajarle y garantizar el éxito del masaje.
Puedes empezar acariciando a tu perro suavemente hasta que lo tengas relajado y cómodo en el suelo. Para realizar el masaje empezaremos a masajear la zona de los muslos haciendo círculos en forma de nube presionando suavemente.
Una vez masajeada bien la zona de los muslo iremos a su lomo, desde la espina dorsal en dirección a las costillas presionaremos ligeramente nuestros dedos deslizándolos suavemente con una presión justa. Suavemente subiremos a su cuello y con movimientos circulares presionaremos nuestros dedos haciendo círculos alrededor de él. Repetiremos la misma operación en su cara, masajeando sus mofletes, frente y el alrededor de los ojos.
En la parte de la barriga el masaje será pellizcando su piel y estirándola suavemente por todo. Puede que en algún momento durante el masaje se levante y se vaya pero volverá con total seguridad, una vez vuelva puedes hablarle suavemente y relajarlo con tu voz, poco a poco irá cogiéndole gusto al masaje y se acostará de nuevo a tu lado.
Sus patas las debes estirar suavemente, esta parte normalmente no les gusta pero en cuanto reconozca el movimiento al repetirlo algunas veces ya se dejará hacerlo encantado las patas normalmente son la parte más tensionada de nuestro perro y las que más les cuesta relajar de modo que puedes dejarlas para la última zona a tratar.
Para relajar la zona de los lumbares puedes coger su cola y hacer con ella movimientos circulares ya que contribuirá a eliminar la tensión en la zona y relajará toda la parte lumbar.
Debes repetir todas las zonas tantas veces como veas necesario, es importante que si tu perro ha tenido una cirugía recientemente o tiene alguna parte dañada evites masajear estas zonas ya que puedes hacerle daño sin querer.
Una vez finalices el masaje te vas a encontrar con un perro totalmente relajado y nuevo y tú te sentirás muy bien contigo mismo al haberle proporcionado este maravilloso placer a tu mascota.
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