El gato Británico de pelo corto es una de las más antiguas razas de felinos domésticos.
Este mullidito gato gris de rechonchas mejillas ha perdurado ante las adversidades históricas, resurgiendo de las miserias de la guerra y tomando una posición privilegiada en cada día más hogares de todo el mundo. Y es que hay quién dice que el British Shorthair es el gato ideal…
Proviene de la mezcla de gatos nativos de la isla de Gran Bretaña con otros ejemplares que llegaron a la isla con los romanos y son por lo tanto gatos de una salud férrea.
Es a finales de 1700 cuando los criadores británicos se fijan en la belleza y fortaleza de los gatos de las calles londinenses y deciden desarrollar la raza, que ganó en popularidad al Persa en sus primeras exposiciones en el Palacio de Cristal de Londres.
En 1865 el autor de “Alicia en el país de las maravillas” populariza al British Shorthair debido a la creación del gato risón o de Cheshire en su novela, basado en gatos británicos callejeros como esta raza.
Es en pleno siglo XX a causa de la primera y la segunda guerra mundial, cuando la población de gatos de Inglaterra fue casi fulminada. Criadores retomaron entonces la raza, ayudándose de la introducción en el programa de cría selectiva de gatos a ejemplares Persas, intentando retomar la robustez, frondosidad y características de lineas extintas del British. Esto dio como resultado algunos British Longhair que actualmente todavía luchan por su reconocimiento internacional, mientras diversas asociaciones ya lo incluyen desde principios del 2000.
Gracias a estas experiencias históricas el British es cada vez más redondeado y sus ojos ahora son de colores mucho más vivos que antes, resaltando una bonita cara de muñeco eternamente sonriente.
Características y cuidados de un British Shorthair:
Carácter – Dulce y paciente pero también juguetón, este gato es presumíblemente de un carácter ideal. Su suave voz que contrasta con su físico robusto, es raramente escuchada en casa. El British es un tranquilo compañero que no pretenderá exigir nada, sino más bien esperarlo en silencio y acompañarlo de una gratitud señorial. También le encantan otros gatos, los perros, humanos y más aún los niños y aunque nos parezca sorprendente, antes de discutir con alguno preferirá desaparecer silenciosamente.
Podremos encontrarlo correteando de vez en cuando y animándonos a jugar, por que este fiel gato necesita mantener su peso y musculatura sin quitarle ese porte de solemnidad. Proporciónale juguetes para gato con los que interactuar con él y rascadores felinos.
Glotonería y dieta – Cuidado con la administración de su comida, este gato disfruta llenándose la barriga y muchas veces olvida masticar. Esto puede provocar a la larga problemas buco-dentales, regurgitaciones que pueden dañar su interior por la acidez y obesidad. Es por esto que debemos buscar un pienso que se adapte a esas exigencias y obligue al gato a masticar, ralentizando la velocidad de ingesta. Con este motivo existe Royal Canin British que cuida estos aspectos digestivos, sus articulaciones y tono muscular, ayuda a la eliminación de bolas de pelo y previene patologías que afectan a la raza como las cardiopatías.
Pelaje – Pese a llamarse Shorthair por su característico pelo corto, el British posee un pelaje llamativamente frondoso. Esto puede dar problemas relacionados con el acicalado como lo es la formación de bolas de pelo, obstruyendo su sistema digestivo. Ayudaremos al British a deshacerse de este problema proporcionándole malta gatera de 3 a 4 veces por semana o más si fuera necesario, cepillándolo siempre que nos sea posible, poniendo más énfasis en épocas de muda y dándole un pienso diario de calidad que cuide este aspecto, como lo és el específico de la raza. En cuanto a sus colores, este gato puede ser de miles de colores, siendo el más popular el azul, que algunos consideran una raza característica, con el nombre de British Blue.
¡Cuéntanos tu experiencia con esta maravillosa raza de gato!
Autor: Irene Serrano